Identidad

1.- La Vicaría de Pastoral es coordinada por el Vicario Episcopal para la Pastoral, quien es el sacerdote que, viviendo conforme a su vocación de discípulo y misionero de Jesucristo, y en comunión con su Obispo, anima, organiza y acompaña a sus hermanos en el cumplimiento de sus responsabilidades pastorales, para impulsar la adecuada marcha pastoral de la Diócesis.

2.- La palabra “vicario” literalmente significa «el que hace las veces de», o “el que actúa en nombre de». En la Iglesia Diocesana, el Vicario episcopal (ChD 23, 27; CIC 476; AS 178) actúa en nombre del Obispo, sea de forma general (Vicario General), o en sectores particulares (como el Pastoral).

3.- “Delegado de Pastoral” podría ser un sacerdote, religioso o laico, tanto hombre como mujer. Pero “Vicario Episcopal para la Pastoral”, en cuanto otro “yo” del Obispo en un campo específico de su misión, debe ser necesariamente un sacerdote.

4.- En cuanto Vicario Episcopal:

  • Como presencia vicaria del Obispo, le corresponde promover, animar y coordinar las tareas comunes de pastoral en la totalidad de la Diócesis y ofrecerle los apoyos adecuados.
  • Está llamado a multiplicar la presencia y cuidado pastoral del Obispo en ese campo de la evangelización y acción pastoral.
  • Actúa en comunión con el Obispo, corresponsable en la subsidiaridad, cercano al pastor y encarnado en el pueblo, buscando unidad en la pluralidad.
  • Tiene potestad vicaria (CIC 131) ordinaria, aneja a su mismo oficio, ejecutiva para los actos administrativos, menos los que se reserva el Obispo o piden mandato especial por derecho (CIC 479,2).
  • Está ligado al régimen ordinario de la Iglesia particular (CIC 134,1).
  • Informa al Obispo de los asuntos más importantes por resolver o ya resueltos y no actúa contra su voluntad e intenciones (CIC 480).
  • Cesa su función: por cumplirse el tiempo de su mandato, por renuncia, por remoción notificada por el Obispo, por sede episcopal vacante (CIC 481).

5.- A través de la Vicaría episcopal de Pastoral, el Obispo discierne la problemática y da respuestas pastorales, con sus directrices y determinaciones a la vida pastoral de la Iglesia que le ha sido confiada.

6.- Al frente de esta vicaría está el Vicario Episcopal de Pastoral. Dependen directamente de él las Comisiones diocesanas con sus Dimensiones, departamentos, vocalías, secciones, institutos y centros pastorales diocesanos, que deben apoyarse y coordinarse recíprocamente, en todo lo que atañe al bien común y general de nuestra Iglesia diocesana.

7.- Todas han de buscar el trabajo orgánico y de conjunto, tanto hacia el interior como hacia el exterior, para lograr una mayor eficacia (SD 55,57), en actitud de comunión, servicio y misión en todas las actividades e iniciativas (DP 1302-1305).

8.- Algunas cualidades que deben ser características de los miembros de la Vicaría de Pastoral:

  • Espiritualidad: Hombres con una sólida vida espiritual, hombres de oración, enamorados de Dios.
  • Preparación: Hombres con sólida preparación doctrinal; metodológicamente capacitados para aglutinar fuerzas, valorarlas e integrarlas.
  • Experiencia Pastoral: Hombres con una adecuada experiencia pastoral, así como un amplio conocimiento de su Diócesis.
  • Comunión: Hombres de Iglesia, quienes en espíritu de comunión y participación con el obispo, sacerdotes, religiosos y laicos buscan promover el bien integral de su Diócesis.
  • Generosidad: Hombres que, con un adecuado sentido de pertenencia, de disponibilidad al servicio generoso, de espíritu de obediencia y de fraternidad, están convencido de que la Diócesis es la casa común.